Vivimos tiempos difíciles y complejos en el mundo y en nuestro país, signados por una ola conservadora y antidemocrática.
La Universidad Católica ha tenido y tiene un papel importante en la defensa de la democracia y la institucionalidad, formando ciudadanos con excelencia académica, principios y valores democráticos.
Mi propuesta es seguir visibilizando a los trabajadores como estamento de la comunidad universitaria, y contribuir en la gestión y vida institucional de la Universidad.
Asimismo, como dirigente sindical, propongo continuar velando por los derechos laborales de todos los trabajadores de nuestra casa.